La tos es un motivo de consulta muy frecuente y la mayoría de los
niños que consultan por tos suele ser secundaria a una infección respiratoria (aparece
tras un resfriado o catarro, neumonía...) y desaparece sola.
La tos crónica e inespecífica se define cuando tiene una
duración igual o superior a 3 semanas y se caracteriza por no ser productiva (la tos es seca, no arranca flemas).
Hay que intentar desdramatizar la importancia de este signo
clínico, explicando que suele formar parte de una enfermedad leve del tracto
respiratorio y que es un mecanismo de defensa para eliminar la mucosidad
producida en los pulmones y bronquios que no siempre es necesario aliviar o
suprimir. Por este motivo no conviene quitarla ya que si la inhibiésemos con
fármacos podríamos hacer que las secreciones se quedasen en los pulmones y
secundariamente podría producirse una infección. Sólo en determinadas ocasiones
podría valorarse un tratamiento para calmar un poco la tos como para respetar
el descanso nocturno.
¿Qué puedo hacer para calmar la tos?
Hay determinados factores que hacen que la tos aumente como
los ambientes excesivamente cargados, con humos, olores fuertes, la presencia
de polvo acumulada en moquetas, alfombras, libros, papeles…
Es conveniente
airear, utilizar aspiradora y paños húmedos para eliminar el polvo y no hacerlo
en presencia de la persona afectada. Por el contrario la presencia de ambientes
húmedos hace que las secreciones se hagan más líquidas y fáciles de eliminar,
para ello es conveniente utilizar humidificadores, evaporadores, ollas de agua
caliente, fregar los suelos, limpiar con paños húmedos…
Si al tumbarse la tos se hace más frecuente y violenta, se
recomienda introducir una cuña o un cojín bajo la cabecera del colchón para que
le mantenga algo incorporado permitiéndole dormir.
¿Cómo se trata la tos?
El tratamiento de la tos debe orientarse al tratamiento de
la enfermedad que la produce. Según el cuadro clínico que presente el niño
habrá que realizar pruebas diagnósticas para confirmar un diagnóstico si es
preciso. Los mucolíticos (ambroxol) pueden tener algún efecto para disminuir la
duración de la tos en niños con neumonía, como tratamiento junto con los antibióticos.
Cuando junto con la tos aparezca fiebre, si la flemas dejan
de ser semitransparentes y se hacen más verdosas o vengan con sangre, o hay
pérdida de peso es conveniente consultar al médico.
Para más información consulte tos.
Para más información consulte tos.
Actualizado el 11 de Octubre de 2013